OLULA DEL RÍO
Comarca

Olula del Río:
“PEDRO JOSÉ PÉREZ PEÑA (periodista), ENTREVISTA A SAN ILDEFONSO COPATRÓN DE OLULA DEL RÍO”

Texto sacado del programa de Fiestas Patronales 2.016
Autor: Pedro José Pérez Peña.


INTROITO:
Las primeras noticias que tenemos de San Ildefonso en Olula del Río datan del año 1.666, cuando se instaura como segundo patrón de nuestra villa. Este año 2.016 se cumplen 350 años de que esté entre nosotros, un motivo muy importante para celebrarlo como se merece. Nuestro periodista local Pérez Peña ha tenido la oportunidad de entrevistarlo para que lo conozcamos un poco mejor:

Ahí va la entrevista:
Peña: -Bienvenido, San Ildefonso. Un honor y un placer estar con usted.
S. Ildefonso: -Gracias, un placer estar hoy aquí, en Olula. Desconocía que me habían nombrado patrón, junto con mi querido amigo San Sebastian, en este maravilloso pueblo.
Peña:-¿Usted nació en Toledo?
San Ildefonso: -Nací en Toledo, aunque no sé en que año vine al mundo, para unos en el 606, para otros en el 607. Fueron años muy movidos. ¿Sabía señor Peña que en el año 606 los persas invaden Asia Menor y que el Papa Sabiniano moría? También fue movido el 607: hubo dos Papas, Bonifacio III y Bonifacio IV, y en Toledo reinaba el rey visigodo Witerico.
Peña: -Interesantes años. ¿Quién era su familia?
San Ildefonso: -Mis padres, Esteban y Lucía, eran nobles visigodos. Parientes del rey Atanagildo. Y mi tío era el obispo de Toledo, San Eugenio III
Él fue quien inició mi educación.
Estudié junto con uno de los grandes intelectuales de mi época: San Isidoro de Sevilla.
Peña: -Tengo entendido que pronto le vino la vocación religiosa y que sus padres no estaban muy de acuerdo.
San Ildefonso: -Cierto. Pronto supe que la vocación religiosa era lo mío. Ingresé muy niño en el Monasterio de Agili situado en los arrabales de Toledo. Esto no gustó mucho a mis padres. Mi padre me persiguió con gente armada hasta el monasterio y tuve que estar escondido para que no me encontrara.
Peña: -¡Menuda aventura!
San Ildefonso: -La verdad que sí. Continué en el monasterio. Entre el año 632 ó 633 Eladio, obispo de Toledo, me ordenó diácono; y en el año 650 fui nombrado abad del monasterio. En el VIII Concilio de Toledo fui testigo de cómo los obispos y magnates nombraban rey a Recesvinto. En el IX Concilio no sé por qué no quedó constancia de mi firma, ya que mío es el canon 1º, donde se fija la fecha de fiesta de la Encarnación o la de Santa María.
Peña: -Fue testigo de la coronación de Recesvinto, el rey que le obligó a ser obispo de Toledo en el 657.
San Ildefonso: -Eugenio III falleció ese año y el rey creyó que era la mejor persona para ocupar su cargo. Cargo que ocupé hasta mi muerte en 667.
Peña: -Durante sus años de Obispado, ¿qué hechos resaltaría?
San Ildefonso: -Muchos, pero hay dos especiales: los Milagros de Santa Leocadia y la Aparición de la Virgen.
Santa Leocadia nació en Toledo en el Siglo IV. Desde muy joven, fue ejemplo de compromiso con Dios al llevar vestiduras negras, símbolo de austeridad y rechazo a los placeres de este mundo. Llegó un nuevo pretor romano a la ciudad y pronto fue denunciada por incumplir el Edicto de Diocleciano, que consistía en hacer sacrificios a los dioses
Las autoridades romanas lanzaron su cuerpo a un vertedero, pero, enseguida, fue rescatada por los cristianos de Toledo y enterrada en la ciudad.
El rey quería una reliquia de Santa Leocadia, así que me encargó abrir la tumba. Estando abierta la losa, entre cantos y toda la pompa, me encaminé a cortar un trozo de su velo. Antes de que pudiera cortarlo, abrió los ojos y se levantó. Rogó a la Virgen María por Toledo, sus habitantes, el rey y por mí.
Me agradeció mi labor evangelizadora, se cortó un trozo de velo y me lo entregó. Tras esto, volvió a su sepultura.
Peña: -¡Tremendo hecho!
San Ildefonso: -Fue impactante. Pero más impactante fue la visita de la Virgen María. Ocurrió un día de los más increíbles de mi vida, y cambió mi existencia y la de Toledo.
El 18 de diciembre de 665, unos clérigos y yo fuimos a la Iglesia a cantar himnos en honor a la Virgen María. Al llegar a la capilla, vimos una luz deslumbrante.
Algunos sintieron miedo y salieron corriendo. Nos quedamos dos diáconos y yo. Entramos y nos acercamos al altar.
Allí se encontraba la Virgen María, sentada en mi silla, rodeada de una compañía de vírgenes entonando cantos celestiales. Me hizo una seña para que me acercara y me dijo: “Tú eres mi capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería”.
La Virgen me invistió y me dio la instrucción de usarla sólo los días festivos designados en su honor.
En ese lugar hoy se encuentra la Catedral y se denomina como “La Piedra de María”.
A partir de esto, este milagro se supo en todo el mundo, y es por esto por lo que Toledo fue nombrado Sede Primaria de España, Sede que aún conserva. Como bien dije, cambió el destino de la ciudad.
Peña: -Realmente prodigioso. Aparte, tengo entendido que hizo mucho por la cristiandad.
San Ildefonso: -Escribí varios libros. Algunos son: Elogium, Comentario sobre el conocimiento del Bautismo, Sobre el progreso del desierto espiritual, Sobre la virginidad de Santa María contra los infieles…
Me carteaba a menudo con otros obispos como Quirico de Barcelona.
Dentro de la fe católica impulsé la figura de la Virgen María en un tiempo donde el arrianismo quería imponerse en la sociedad visigoda.
Peña: -Usted murió en el año 667 y fue sepultado en la Iglesia de Santa Leocadia. Aunque posteriormente su cuerpo fue trasladado a Oviedo, para acabar finalmente en Zamora.
San Ildefonso: -Sí. Pero no importa donde estén mis restos mortales. Lo importante es lo que uno deja en este mundo. Dígame, ¿soy muy recordado?
Peña: -Muy pronto empezó a ser recordado. Aparece la fecha del 23 de enero como fecha de su festividad en los calendarios mozárabes. Sus reliquias pronto fueron milagrosas curando a ciegos y a sordos. Incluso, se comenta el milagro de que estando Usted diciendo Misa, una mujer sorda acudió y cuando Usted dijo “Sursum corda”, recuperó el oido.
Fue nombrado patrón de la ciudad de Toledo. Y el arte le representa con los símbolos de la casulla, en alusión al milagro de la Virgen, un trozo de velo o un cuchillo, ambos símbolos relacionados con el Milagro de Santa Leocadia. Incluso un gran pintor muy importante en la historia de Toledo, el Greco, le pintó dos veces. Uno de sus cuadros se encuentra en el Museo del Prado. Y otro en el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad de Illescas.
San Ildefonso: -No me lo puedo creer. ¿Y además soy Patrón de Olula del Río?
Peña: -Sí. Y de Herreruela de Oropesa (Toledo), Peligros (Granada) -ciudad repoblada por toledanos durante la Reconquista-, Zamora, Camponaraya (León)…
Aquí en Olula del Río, fue nombrado en 1.666 Este año hace 350 años de su Patronazgo.
San Ildefonso: -No puedo estar más agradecido. Y me alegro que mis hechos hayan pasado a la Historia.
Sintiéndolo mucho, ya me tengo que marchar.
Gracias a toda Olula por este aniversario en honor de mi persona. Y gracias por el interés de saber un poco más de mí.
Peña: -Gracias a usted, San Ildefonso. Y hasta siempre.
Juan Sánchez-ENERO-2.016