OLULA DEL RÍO
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Olula del Río:
“1.991.- FURTIVOS ILUMINAN LA PIEDRA VER DE OLULA”
“1.991.- FURTIVOS ILUMINAN LA PIEDRA VER DE OLULA”
Foro-Ciudad.com
Título original: La Piedra Ver de Olula.
Publicado el día 3 de Octubre de 2.000
Autor: Gabriel Liria Lloret.
Título original: La Piedra Ver de Olula.
Publicado el día 3 de Octubre de 2.000
Autor: Gabriel Liria Lloret.
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Es el mes de Junio de 1.991. Se celebra en el pueblo un macroconcierto. No recuerdo quienes actuaban en aquella ocasión. Gabi Lloret nos explica como se las valió para que nuestra Piedra luciera con luz propia para aquella ocasión.
En su recuerdo explica que a última hora del día siendo ya tarde-noche y a “escondidas”, con más de un centenar de metros de manguera y varios focos de alta potencia, con la complicidad de la noche, nos atrevimos a tomar “prestada” corriente eléctrica que estaba al alcance de nuestra mano.
Claro que la toma de corriente estaba cercana a La Piedra y que el experimento duraría sólo un par de horas.
Con mucha voluntad y también con algo de miedo enganchamos la manguera, colocamos los focos y… ¡sorpresa! así como sin querer pero queriéndolo se hizo el espectáculo. Impresionante, vimos por primera vez la cara de La Piedra majestuosa en medio de la oscuridad de la noche; señorial, elegante
y orgullosa de representar la historia pasada de la villa. Nos temblaban los pies; la emoción nos invadía y recorría todo el cuerpo, creo que se nos escapó alguna lagrimilla. Mirándonos a los ojos y abrazándonos comentábamos -¡lo hemos conseguido!
Rápidamente abandonamos el lugar. Sabíamos que estábamos cometiendo un delito pero merecía la pena arriesgar.
Cuando bajamos al pueblo y desde los aledaños del Polideportivo no podíamos dar crédito a la grandeza que irradiaba aquella mole de piedra iluminada. ¡Era una visión alucinante y fantástica!
El gentío se preguntaba y nos preguntaba como podía haber pasado esto. Nosotros encogidos de hombros tratábamos de disimular y nos uníamos a la admiración que generaba tal visión a los ciudadanos que pululaban en torno al concierto.
Claro que fuimos varias personas quienes nos atrevimos a vivir esta aventura pero por razones obvias no publico sus nombres. Ellos me lo pidieron, así que el único culpable conocido fue Gabi Lloret que os lo cuenta como pasó y aprovecha la ocasión para pedir al Ayuntamiento de Olula que ponga en valor este recurso histórico-artístico, acondicionando un acceso y construyendo un mirador en la cima. Es una pena que nuestros vecinos, visitantes y público en general no puedan disfrutar de las perspectivas, las vistas y paisajes que se descubren desde arriba.
Es una tarea arto difícil, en principio porque el terreno es de propiedad particular aunque siempre se puede llegar a una solución negociada y es lo que pedimos a nuestra Corporación.
Posteriormente poner en marcha un taller de arqueología para recuperar y conservar lo que aún queda sin expoliar.
Seguro que sería un reclamo turístico que se sumaría a la Iglesia de San Sebastian, al templo de la Asunción, al Museo “Casa Ibáñez”, Vía Verde, Antigua Estación de Ferrocarril, la Ermita del Cristo de la Buena Muerte…
En su recuerdo explica que a última hora del día siendo ya tarde-noche y a “escondidas”, con más de un centenar de metros de manguera y varios focos de alta potencia, con la complicidad de la noche, nos atrevimos a tomar “prestada” corriente eléctrica que estaba al alcance de nuestra mano.
Claro que la toma de corriente estaba cercana a La Piedra y que el experimento duraría sólo un par de horas.
Con mucha voluntad y también con algo de miedo enganchamos la manguera, colocamos los focos y… ¡sorpresa! así como sin querer pero queriéndolo se hizo el espectáculo. Impresionante, vimos por primera vez la cara de La Piedra majestuosa en medio de la oscuridad de la noche; señorial, elegante
y orgullosa de representar la historia pasada de la villa. Nos temblaban los pies; la emoción nos invadía y recorría todo el cuerpo, creo que se nos escapó alguna lagrimilla. Mirándonos a los ojos y abrazándonos comentábamos -¡lo hemos conseguido!
Rápidamente abandonamos el lugar. Sabíamos que estábamos cometiendo un delito pero merecía la pena arriesgar.
Cuando bajamos al pueblo y desde los aledaños del Polideportivo no podíamos dar crédito a la grandeza que irradiaba aquella mole de piedra iluminada. ¡Era una visión alucinante y fantástica!
El gentío se preguntaba y nos preguntaba como podía haber pasado esto. Nosotros encogidos de hombros tratábamos de disimular y nos uníamos a la admiración que generaba tal visión a los ciudadanos que pululaban en torno al concierto.
Claro que fuimos varias personas quienes nos atrevimos a vivir esta aventura pero por razones obvias no publico sus nombres. Ellos me lo pidieron, así que el único culpable conocido fue Gabi Lloret que os lo cuenta como pasó y aprovecha la ocasión para pedir al Ayuntamiento de Olula que ponga en valor este recurso histórico-artístico, acondicionando un acceso y construyendo un mirador en la cima. Es una pena que nuestros vecinos, visitantes y público en general no puedan disfrutar de las perspectivas, las vistas y paisajes que se descubren desde arriba.
Es una tarea arto difícil, en principio porque el terreno es de propiedad particular aunque siempre se puede llegar a una solución negociada y es lo que pedimos a nuestra Corporación.
Posteriormente poner en marcha un taller de arqueología para recuperar y conservar lo que aún queda sin expoliar.
Seguro que sería un reclamo turístico que se sumaría a la Iglesia de San Sebastian, al templo de la Asunción, al Museo “Casa Ibáñez”, Vía Verde, Antigua Estación de Ferrocarril, la Ermita del Cristo de la Buena Muerte…
Juan Sánchez-ENERO-2.016
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