OLULA DEL RÍO
Comarca

OLULA DEL RÍO
“Pinceladas Históricas”



Vestigios poblacionales de Olula del Río ya aparecen en el Paleolítico Superior. La Cueva de Humosa en la Sierra de Olula, nos ha legado cantidad de restos que así lo atestiguan.
También del Neolítico hay manifestaciones de ocupación humana de nuestro pueblo, La Cueva del Madroño es un ejemplo palmario con sus restos de pinturas rupestres (cualquier actividad humana plasmada en las paredes de las cuevas donde habitaron). Y la Piedra “Ver de Olula” que fue ocupada mucho antes de que llegaran los árabes. Allí se han encontrado tumbas, un hacha elaborada con mármol verde así como numerosos útiles de trabajo.
De la época del cobre se han hallado restos importantes en el conocido como “Cerro Peloto” integrado dentro del casco urbano. Hoy ocupa ese espacio el barrio “Poeta Villaespesa” por lo que podemos considerar un yacimiento muerto al estar ocupado urbanísticamente todo el suelo.
Pero el origen del pueblo se encuentra en la “Piedra Ver de Olula”. En época musulmana, Almanzor “El Victorioso” mandó edificar sobre restos de antiguas civilizaciones, una fortaleza sobre la peña, que denominó “La Atalaya”. Eligió este lugar como punto de defensa estratégico. Desde allí controlaba la salida del único camino que daba acceso a las canteras de mármol de los Filabres. El recinto estaba guarnecido con un regimiento militar. Para proveer de agua a sus huestes se cree que existían unas galerías internas dentro de la Piedra para abastecerse del agua del río. También se podía utilizar la galería como puerta de entrada y salida de la Piedra según conviniera. El acceso desde el río ha sido buscado desde antaño en infinidad de ocasiones. No se ha encontrado. Se especula que pudiera estar oculto por alguna de las muchas fábricas de mármol que se instalaron a medisdos del Siglo XIX en este tramo del río rico en aguas. Los vecinos llevan muchos años esperando que estas ruinas entren de una vez dentro de un programa de estudio arqueológico y se acabe con el expolio que está sufriendo este enclave. No es raro oír en Olula de vez en cuando comentarios de que si fulanito ha encontrado esto y que si menganito ha encontrado lo otro, por lo que urge al menos acotar el recinto y sancionar a personas que se sabe son poseedoras de parte de estos tesoros arqueológicos que son patrimonio de todos nosotros y que andan malvendiendo para colecciones particulares.
Sigamos la narración hecho el inciso anterior:
A mediados del Siglo XIX, Madoz describe la “Piedra Ver de Olula” como:
“lugar cuya pintoresca vista ofrece singular recreo por verde y oscuro barranco que preside”, donde existían “ruinas de casas y torreones con aljibe todavía útil y capaz de surtir el agua necesaria a aquel pueblo, que se cree haberse llamado “Ululla” y que presenta señales de haber sido plaza fuerte”.
El Padre Tapia llega a escribir que: “estas ruinas bien pudieran haber constituido un barrio de Macael denominado “Río Bajo”, según El Libro de Apeos y Repartimiento”, o bien un lugar que anejan a Macael en la bula de erección y dotación de parroquias en el año 1.505”.
Sin precisar con exactitud, se supone que en plena época árabe y en periodos de paz, fue progresivamente abandonada en beneficio de un terreno más apto para el desarrollo de la agricultura, situándose la población en lo que actualmente es el pueblo de Olula del Río.
En este periodo de tiempo, Olula pertenece al Reino de Granada y tras la conquista de éste por los Reyes Católicos en 1.492, nuestro pueblo, Urrácal y Purchena quedan como señorío a favor de Don Luis de la Cerda,
Duque de Medinaceli. En 1.501 tras la muerte del Duque, pasa a Jurisdicción Real, para posteriormente en 1.564 volver a ser señorío junto con Urrácal a favor de Doña María Ortega y de su hijo Don Miguel Serrano, así el19 de noviembre de 1.581 los vecinos de Olula otorgaron las obligaciones de la alcabala, estanco, yerbas en su favor; este privilegio perdurará hasta que en 1.834 se consolidó la provincia y Olula quedó constituida como entidad municipal.
En 1.568, se produce la sublevación de los moriscos de Olula junto con el Valle del Almanzora. Se unirá a la revuelta capitaneada por Aben Humeya. Esta rebelión superó las posibilidades de hacer frente al Marqués de los Vélez y tuvo que ser don Juan de Austria el que viniera en persona a la Comarca con un potente ejército cristiano el que pondría fin a dicha rebeldía en el Valle del Almanzora. Restablecida la paz, los moriscos son obligados a abandonar sus casas y haciendas, siendo uno de los éxodos más atroces y perjudiciales de la historia. Olula queda desértica. Felipe II decide repoblarla con gentes que llegan de Castilla, Murcia, Levante, según consta en el Libro de Apeos y Repartimientos.
En los siglos XVII y XVIII Olula del Río es una pequeña entidad con escasa población e itinerante, dedicada principalmente a la agricultura y a la ganadería, contando además con algunos molinos y almazaras.
El pueblo no experimenta cambios significativos hasta finales del Siglo XIX cuando se instalaron las primeras fábricas de aserrar mármol junto al cauce del río Almanzora y Arroyo de Macael para que la fuerza del agua moviese las máquinas.
Posteriormente con la llegada de la electrificación surgen nuevas y modernas instalaciones que se ubican en cualquier lugar del municipio al no depender del agua del río y arroyos.
Esto lleva a un cambio económico fuerte y hace que Olula sea inminentemente industrial. Trae consigo un aumento considerable de la población especialmente de los pueblos limítrofes. Se monta en casi 7.000 habitantes y se dota de servicios al que acuden los pueblos colindantes. Su privilegiada situación, en un cruce de caminos, hace que se convierta en el centro comarcal de servicios del Alto Almanzora.


Juan Sánchez-OCTUBRE-2.015