OLULA DEL RÍO
Comarca

COMARCA:
Simón de Rojas Clemente y Rubio alias “el Sabio Moro” y su viaje al Reino de Granada por orden de Godoy para escribir entre 1.801 y 1.809 la “Historia Natural del Reino de Granada” en tiempos del Rey Carlos IV. Respecto a nuestra Comarca, este ilustre botánico nos dejó cantidad de información del medio natural, botánica y agronómica. Aunque sus trabajos no se llegaron a publicar, si nos quedaron sus observaciones en documentos inéditos que durante tiempo se creyeron perdidos pero que por suerte recientemente han sido encontrados en el “Real Jardín Botánico de Madrid” del que él fue su “alma Mater”.
Aunque ya hay en este blog alguna crónica sobre el personaje, hoy intento entresacar de su trabajo botánico otros fragmentos referidos a nuestra querida Comarca:
En “este país (Almería) todo seco que llaman de sol y aire” Simón de Rojas manifestará muchas veces su admiración por una agricultura y un paisaje agrario creado a base de infinito trabajo sobre un medio duro y hostil, un paisaje hecho, literalmente, a mano:
“Muy poco antes de llegar a Alcudia… causa indecible placer observar un terreno tan desigual lleno de cultivo y habitantes… No sólo se veían mieses… de los más bien sazonados granos, sino también vides, chumbos y, lo que es mas almendros… En Tahal hallamos muy francos a todos sus naturales… Estas gentes son sin duda lo mejor de la provincia…”
Y referido al Valle del Almanzora:
“Causa sumo gusto ver las riberas del río llenas de cortijos que hacen de ella una población poco interrumpida, semejante a los valles de Guipúzcoa… El cauce del río, hondo y ancho, da lugar a que se cultive y riegue mucha parte de él”
“Los Filabres y la Alpujarra son los países de España donde más bien se aprovecha el terreno y hay más industria agrícola, justamente en el terreno más ingrato”.
No sólo los hombres han construido este paisaje. A Simón de Rojas le llama poderosamente la atención por no ser habitual en otras zonas del Sur, que las mujeres trabajen en el campo codo a codo con los varones:
“Obsérvese que en estos pueblos las mujeres cuidan de las huertas, arrancan las cebadas… y se encargan de otras tareas varoniles.”
Las montañas han sido aterrazadas, a veces transportando la tierra a mano desde el fondo de los valles; ríos y ramblas han sido sangrados con infinidad de acequias y boqueras. El campo está lleno de caseríos y cortijos y la población es numerosa… demasiado numerosa.
El naturalista valenciano es testigo de la primera migración masiva aunque sólo temporal de los almerienses.
Aproximadamente desde 1.770 todos los años miles de personas de este país (Almería) abandonan sus pueblos para trabajar como temporeros fuera de la provincia durante unos meses:
“Los pobres habitantes del Río Almanzora, estrechados entre éste y la sierra, con muy poco terreno cultivable, y ellos sin industria, salen, no por actividad, sino aquejados del hambre a ganar su vida por toda Andalucía”
“Van los de Albox, Lubrín, etc. a segar a Jerez de la Frontera, Arcos y por allí… también a arar… y a trillar con sus pares y trillos. No por eso falta gente para las labores del país, que nunca pueden emplearlos a todos. Muchos se quedan por allá a pasar jornaleando todo el invierno… Los del Río Almanzora, pues, Sierra de Filabres y Alpujarras son los jornaleros universales”
“Hacia 1.780 se ha consolidado una corriente migratoria que con carácter estacional hace que los habitantes de muchos pueblos almerienses se lancen durante el verano a buscar su sustento en las faenas de la siega de Granada, Jaén, Córdoba, Sevilla… Este flujo periódico, que a finales del Siglo XVIII también se vio nutrido por los que se dirigían a la costa malagueña a participar en algunas tareas pesqueras, está frecuentemente reseñado en la documentación de los archivos municipales y fue conocido en su época por las cuadrillas de segadores que lo engrosaban, bajo la repetida expresión de “marchar a las Andalucías”.
NOTA:
• Entresacados los textos del libro “Almería: Hecha a mano” y editado por la “Fundación Cajamar” cuyos autores son Juan y Jesús García Latorre en el año de gracia de 2.007.
• Me llama la atención la frase referida al Río Almanzora concretamente cuando dice que “el cauce del río es hondo y ancho” ¿Qué hemos hecho con el paraíso? De distinta manera hoy seguimos destruyendo aquel legado de nuestros antepasados. Más pronto que tarde el desierto lo abarcará todo. Y seguiremos destruyendo…



Juan Sánchez-NOVIEMBRE-2.015