lunes, 24 de agosto de 2015

"DADO DE ALTA EL SEÑOR DE BACARES"

OLULA DEL RÍO
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Bacares:
“DAN DE ALTA AL “SEÑOR” DE BACARES QUE INGRESÓ EN EL HOSPITAL “JOAQUÍN GILABERT” HACE TRES MESES”

La Voz de Almería
Iván Garrido Jorquera
17 de Agosto de 2.015


Como preámbulo a la afamada y conocida procesión, que anualmente y desde el primer tercio del Siglo XVII se viene celebrando cada 14 de Septiembre en honor al Patrón de Bacares, tuvo lugar esta semana entre hermosísimas solemnidades y gran congregación de fieles la presentación de la recientemente restaurada imagen del Santo Cristo.
El acto, organizado por la Hermandad del Santo Cristo del Bosque, ha contado con al asistencia de Francisco Ruiz Fornieles, vicario episcopal, así como de numerosos párrocos almerienses que han querido acompañar a la generalidad de los bacareños durante los actos organizados para celebrar la restauración de la imagen que han concluido con una exposición-conferencia llevada a cabo por el profesional que ha acometido dicha restauración tratando aspectos del trabajo realizado. Acto al que ha precedido la Santa Misa y una pequeña Procesión del Santo Cristo desde la Capilla de la Virgen de los Dolores, donde ha estado expuesto durante los últimos días, hasta su camerino en el Altar Mayor. Por otra parte, cabe decir, que no era este el único motivo de celebración para los fieles bacareños, pues este año se conmemora el cuarenta aniversario de la fundación de su Hermandad, ocasión que Juan Blánquez Barrachina, en representación de todos los cofrades, ha aprovechado para agradecer públicamente la labor de muchas personas que a lo largo de estas cuatro décadas han trabajado en beneficio de ella, haciendo una especial mención a Isabel Gómez Salinas, su primera Presidenta.
RESTAURACIÓN
La imagen ha sido sometida a un tratamiento integral de restauración de acuerdo a los valores propios de una imagen devocional, siguiendo como criterios el máximo respeto al original y el uso de materiales estables y reversibles.
Trabajos que han conseguido detener el proceso de deterioro de la talla, que presentaba suciedad generalizada, carcoma, pérdida de policromía que se ha solventado mediante reintegración cromática con criterio diferenciador a corta distancia, así como algunas separaciones del ensamble de una de las extremidades respecto al torso.
Los trabajos de restauración han sido llevados a cabo durante más de tres meses por el prestigioso conservador-restaurador Joaquín Gilabert López ilustre paisano de Arboleas y número uno de su profesión en muchos kilómetros a la redonda. También ha restaurado la cruz de caoba que cuenta con elementos anteriores a la Guerra Civil, cuando la primera talla de Cristo, que databa de 1.622, fue destruida.
La presente restauración, y gracias al estudio y análisis de estratos de policromía, ha permitido observar los pigmentos en blanco de plomo típicos de las policromías antiguas y, que junto a la radiografía y el escaneado de la imagen, han conseguido asegurar que la pierna y pie izquierdo de la actual talla provienen de la talla primitiva, contrariamente a lo que se creía, pues no pocos opinaban que la parte injertada en la nueva talla y procedente de la antigua, era uno de los brazos.
IMPORTANCIA
Esta restauración es junto a la de la Virgen del Saliente (Albox), también llevada a cabo por Joaquín Gilabert, son las restauraciones más importantes llevadas a cabo en nuestra provincia durante los últimos años en cuanto a imágenes devocionales se refiere, y que a su vez, dejan patente la inmaculada trayectoria profesional de Gilabert, quien ha trabajado durante largos años en instituciones de tanto alcance como el Museo Picasso de Málaga, con el que sigue colaborando, o el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, donde transcurrió una década de su vida como restaurador de obras de arte tras licenciarse en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, aunque sin olvidar el vínculo que le une a su Almería natal y al Almanzora en particular. Aquí colabora asiduamente con el Museo “Casa Ibáñez” de Olula del Río, donde últimamente ha restaurado algunas pinturas de Ginés Parra, el pintor de Zurgena más reconocido a escala nacional, y posiblemente el único que aún en vida, consiguió que su obra alcanzase precios desorbitados en las más prestigiosas salas de subastas de París, Londres y Nueva York.
Como podemos observar todos los personajes aludidos son del Almanzora también llamado “Río del Arte”, por mi, claro está.


Juan Sánchez-AGOSTO-2.015

TÍJOLA: "OTRA VEZ FIDELA CAMPIÑA"

OLULA DEL RÍO
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TÍJOLA:
“Otra vez Fidela Campiña”

LA VOZ DE ALMERÍA
Mar de los Ríos  

Hay dos Fidela Campiña: la que vivió para cantar subida a un escenario durante 40 años y la que disfrutó de la vida como espectadora excepcional en el palco de los siguientes 35.
Y antes de esas dos, una niña de profundos ojos negros nacida en Tíjola en 1.894, que sin tener los seis años ya no correría más por las calles embarradas de su pueblo…
Mis padres eran de Lúcar y muy aficionados a la música. Vieron en mí desde muy pequeña mi facilidad para el ritmo, mi asombrosa memoria melódica para tararear todas las piezas que tocaban las bandas de las verbenas…
…Y un día subimos a aquella enorme máquina de hierro que pasaba por la estación y que fabricaba nubes blancas.
Cerramos la casita del pueblito de uvas y maíz…
Es curioso que siendo una vieja de casi noventa años, aún recuerde ese viaje, que sienta el vaho de mi respiración contra la ventanilla; que vea las líneas negras de las vías y que se reproducirían durante toda mi vida en la infinidad de pentagramas que memoricé…
Todavía escucho a esa niña preguntar cada rato: ¿cuánto falta para llegar a donde vive el príncipe Alfonso? ¿Saldrán carrozas con caballos blancos a recibirnos, mamá?
A partir de entonces mi vida transcurre entre corcheas y semifusas en el conservatorio de Madrid, donde con 18 años, en 1.913, obtuve el título con Diploma de Honor.
-¿Fue ese mismo año cuando debutó en el Teatro Real con la ópera Mefistófeles, representando a la bella Margarita?
-Así es. Y creé tanta expectación, que la Compañía Urbana de Teléfonos retransmitió gratis el concierto a sus abonados. Entonces las radios no formaban parte de las casas como una década después…
-Luego vino el trabajo duro, pero supongo que muy gratificante, de dominar 52 libretos operísticos en tres idiomas: italiano, francés y alemán, además de incontables zarzuelas…
-En efecto. En 1.919 Barcelona se quedó fascinada con nuestro estreno de “La Morisca”, ópera del compositor catalán Jaime Pahissa. Después conocí a mi primer marido, el tenor vasco Jesús Gaviria, que por cierto, fue un discípulo del también tenor almeriense don Luis Iribarne, no sé si has oído hablar de él…
-¿De don Luis? Sí, justo lo conocí el viernes pasado…
-¿Pero en qué fecha estamos?
-Estamos en 2.015.
-Pero…no puede ser…si yo me marché a Buenos Aires en 1.983…
-Ya, no se preocupe, eso no importa ahora…Me decía que se enamoró de Jesús siendo muy jovencita…
-Exacto. Y viajamos por todo el mundo. Las principales ciudades europeas donde se hacían representaciones de ópera, me…nos reclamaban. Tuve un gran éxito internacional. En 1.926 debuté en el Metropolitan de Nueva York con Otello, de Giuseppe Verdi.
-Y tengo entendido que allí nacería su única hija, Margarita. La llamó así por su primer personaje de ópera, supongo…
-Eres muy observadora ¿Te llamabas?
-Mar, me llamaba Mar.
-¿Mar…garita?
-No, Mar a secas…
-Ah, lindo…Pues te contaba que, a pesar de todos mis éxitos por Europa y América, lo mejor que me pasó fue mi hija. En ella uní mi pasión de mujer y de cantante. Después de que Margarita naciera, ocho años más tarde, en Milán triunfé en La Scala con las obras: Tristán e Isolda de Richard Wagner y Nerón, de Pietro Mascagni. Los aplausos no cesaron en París, Londres, Montecarlo, además en Argentina, en el Teatro Avenida de Buenos Aires.
-Y en 1.940 actuó en la Exposición Universal de Nueva York con una destacada repercusión. ¡Nada menos que ante 100.000 personas!
-Fue una de las noches más maravillosas de mi vida…Aunque Jesús no lo llevaba bien del todo…
-Ya. Y estando en la cresta de su carrera quiso enseñarle a su hija y su marido el lugar que le vio nacer. Cuentan las crónicas que cantó en Tíjola en la puerta de la ermita de la Virgen del Socorro y que se le escuchaba en la otra punta del pueblo, en el Muro.
-No creo…Eso es una exageración… Pero sí te diré que en mi época para triunfar tenías que tener un potente chorro de voz, además de todas las facultades que se le presuponen a una cantante. Yo hice prácticamente la totalidad de mi carrera sin micrófonos.
-Sí, lo he leído en la escasísima información que he encontrado de usted, y lo que se repite en todas las fuentes son sus amplias cualidades. La extensión de su voz le permitió barajar un número de títulos superior a su propia tesitura. Incluso cuando la ciudad italiana de Catania, patria de Bellini, deseó celebrar el estreno de Norma, fue usted la soprano invitada para cantarla, dada su reconocida fama, la intérprete ideal de esta trágica heroína.
-Bueno, muchas gracias, una hacía lo que podía…Sin embargo a diferencia de Europa, en España se imponía la representación de óperas españolas apenas conocidas en el extranjero, como: La Dolores, de Bretón, y Maruxa, de Vives. Fui también elegida para cantar la versión operística de Las Golondrinas en el Teatro del Liceo de Buenos Aires.
-Es la única grabación que he encontrado de usted: Las Golondrinas.
-Sí, y es una pena que no grabará más, pero entonces no se le daba mucha importancia a los inventos. La voz en directo era lo que primaba…Ay que tiempos…y Jesús entonces cada vez más sumido en la tristeza…Y al igual que la música nos uniera también nos separó.
-Debe ser muy difícil lidiar con dos egos artísticos en la misma alcoba. Tengo entendido que su última actuación fue en Trieste, en 1.948, la hizo con la ópera “El ocaso de los dioses” de Wagner.
-Entonces yo contaba con 54 años. Me sentía una mujer plena, joven todavía, en posesión de todas mis facultades…
Y apareció Carlos Guichandut como un soplo de aire fresco. Estaba también en el reparto.
Él tenía 33 años y aunque me resistí en un principio, no pude decirle que no al amor incondicional que me profesó durante los siguientes 35. Quise dedicarme a él. Le apoyé en toda su carrera posterior entre bambalinas… y fui muy feliz…
-En la sociedad de finales de los 40, una mujer española separada no estaría bien visto. Fue muy valiente por seguir a su corazón y muy generosa al retirarse en la cima de su carrera.
-No era generosidad, era necesidad de pasar a saborear la vida. De amar y ser amada sin más presión. Ya no era ninguna niña, pero me sentía como una jovencita a su lado y quise disfrutarlo.
-¿Sabe? Cuando he buscado su nombre en los registros de Argentina, ponía de profesión: ama de casa…No sabía si reír o llorar.
-Reír, pibita, siempre reír…Pero, dime, ¿no habrás venido desde Almería hasta el cementerio de Buenos Aires sólo para hablar conmigo?
-Por supuesto. Me gustan las ánimas…y ha merecido tanto la pena conocerla…
Vaya para usted el aplauso emocionado de toda Almería.



Juan Sánchez-AGOSTO-2.015

"ASESINATO DE PAISANOS EN ARGELIA"

OLULA DEL RÍO
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ARGELIA:
“Los esparteros almerienses que fueron pasados a cuchillo”

• Más de un centenar de jornaleros (algunos del Almanzora) fueron asesinados en 1.881 en Argelia por una kábila independentista.


“La Voz de Almería”
MANUEL LEÓN

Fue un tórrido mediodía de sábado en el atochar Khalfallah cuando ocurrió todo. Allí, en ese cráter de fuego, estaban arrancando esparto, con la espalda doblada jornaleros de Zurgena, Cantoria, Mojácar, Tabernas…de casi todos los confines de Almería.
Era un 11 de junio de 1.881 en esas tierras extranjeras, colonizadas por los franceses, donde miles de emigrantes almerienses, con su camisa de alamares, su faja ancha y las alpargatas hundidas buscaban unos francos con los que aminorar la miseria, mientras sus mujeres e hijos aguardaban en los tinglados, picando el esparto que ellos recolectaban para la compañía Franco-Algerienne. Quedaban escasos días para su vuelta a la península tras terminar la temporada del espartizal en Argelia.
SIETE FRANCOS AL DÍA
Habían sido contratados meses antes por industriales levantinos como los “Campillos” y “Manuel Fuentes” para este duro trabajo que ellos conocían como la palma de la mano. Les habían ofrecido buenas ganancias, pasaje gratis para ellos y sus familias y anticipos.
Cobrarían 7 francos al día, con derecho a economato en el campo de trabajo, a 30 kilómetros de la pequeña ciudad fortificada de Saida, próxima a un desierto más árido que el de los “Campos de Tabernas”. Estaban, con el lomo ya fatigado desde el alba, a punto de dar de mano para ir a descansar y tomar agua de zarzaparrilla con un pan de higo. En esto que empezaron a ver de lejos caballos cabalgando hacia ellos en una nube de polvo. Eran razzias cabileñas, independentistas, dirigidas por el caudillo Bou Amama (hombre del turbante).
Llegaron por sorpresa, rodeando los campos de atochas y a los jornaleros almerienses indefensos, desenvainaron sus espadas y empezaron a pasarlos por el filo del metal, mientras exhibían sus cabezas como trofeos.
El pánico se apoderó del campo de trabajo, con cientos de muertos, transformándose en una necrópolis de esparteros muertos o mutilados que solo podían defenderse con hoces y piedras.
Los insurrectos se dirigieron luego a los tinglados, violaron a las mujeres e incendiaron los carros de esparto hasta acabar con una cosecha de 8.000 toneladas. Era la manera que tenían los radicales argelinos de enfrentarse al colonialismo francés que administraba su país desde 1.830: destruyeron sus prósperos negocios de esparto muy demandados por la industria papelera de la época y asesinando a sus peones, la mayoría emigrantes almerienses. Francia no se responsabilizó de la matanza de españoles en Saida y hubo incluso algún periódico de Orán que lo relacionó con el malestar musulmán “por el trato que daban los gitanos españoles a los moros y especialmente a las moras”.
Los que pudieron sobrevivir al terror huyeron a través de los arenales hasta llegar a las puertas de Saida. Los relatos de las víctimas en la prensa de la época eran escarnecedoras: “A una mujer embarazada de ocho meses la abrieron en canal, despedazando el hijo que luego le pusieron de almohada; a otros compatriotas almerienses les sacaron las uñas a pedazos y los ojos en carne viva; violaron a doncellas y a los niños los lanzaban por los aires parándolos al caer con sus picas” (La Crónica Meridional). La noticia no llegó a la España presidida por el Gobierno de Sagasta hasta el 18 de junio y a partir de esa fecha comenzaron a arribar barcos de repatriados repletos de lisiados, viudas y huérfanos.
Aunque no hay cifras exactas, se calcula que más de 10.000 almerienses fueron repatriados tras la matanza de Saida, donde fueron asesinados 146 jornaleros de la provincia.
Desembarcaban por la escalinata real, hambrientos y semidesnudos, con los ojos desorbitados por lo que habían visto, sabiendo que dejaban atrás muertos y cautivos. A cada uno se le fue dando un trozo de pan y bacalao en los tinglados del Muelle almeriense.



Juan Sánchez-AGOSTO-2.015

"GARREN ABRE LA PUERTA DE LA FERIA DE ALMERÍA"

OLULA DEL RÍO
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Olula del Río:
“NUESTRO PINTOR *GARRÉN* ESTA TARDE OFRECE A LOS CAPITALINOS UN PREGÓN DE FERIA LLENO DE “PINCELADAS DE COLOR”

La Voz de Almería
Sábado 22 de agosto de 2.015

• El pintor de Olula del Río se muestra ilusionado por la responsabilidad y avanza que su pregón será “distinto a todo lo que se ha hecho hasta el momento”


La cita es hoy a las 20 horas y en la Puerta de Purchena. El Pregón de Agustín Sánchez “GARRÉN” será el comienzo de ocho días de Feria y Fiestas de Almería en honor a su Patrona la “Virgen del Mar”, hasta el sábado día 29
Tras el mismo, dará comienzo la cabalgata anunciadora y pública de fiestas, que contará con carrozas temáticas de cuentos infantiles, tres espectáculos de animación o pasacalles de la Banda Municipal de Almería, y dos horas más tarde se procederá a la inauguración del Recinto Ferial e iluminación extraordinaria.
El pregonero de la Feria de Almería de este año asegura “haber recibido la elección con una gran ilusión y responsabilidad” y avanza que “será distinto a todo lo que se ha hecho hasta el momento”
“Garrén”, nacido en Olula del Río en 1.942 y con una trayectoria como pintor de más de cinco décadas, esboza que “intentaré meterme en el corazón de los almerienses y que ellos a la vez se metan en el mío y, sobre todo, hacerlos felices. Será un pregón en el que cada minuto tendrá una sorpresa, por lo que aconsejo que no se pierdan detalle”.Y sin querer desvelar más asegura que será un pregón participativo.
Agustín Sánchez “GARRÉN” se dio a conocer en la década de los 70. Fue en 1.971 cuando realizó su primera muestra individual en su Olula del Río natal. A partir de ese momento su obra y su repercusión no han dejado de crecer. Ha participado en numerosas muestras colectivas e individuales. Tiene premios de todo el mundo. También ha expuesto en galerías prestigiosas especialmente en París, Londres o Nueva York.
Desde Olula y Comarca sabemos que te meterás en el bolsillo al público de Almería. Te conocemos y sabemos que puedes. Vas a dejar alta, como siempre, nuestra “Comarca del Mármol”
¡¡ÁNIMO!!


Juan Sánchez-AGOSTO-2.015

"DE VISITA EN MACAEL Y LAROYA"

OLULA DEL RÍO
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Macael:
“DE VISITA EN MACAEL Y LAROYA”

Mariano Sanz Navarro
(Tomado de su blogspot)


Dedicado a mi familia de allí.

En Macael y Laroya, el airecillo de la sierra, fino como una cuchilla, aprieta las carnes, afila las narices y cura de forma inigualable los magníficos embutidos que allí se producen. En su arquitectura no parece ser un pueblo andaluz. No es un pueblecito de esos blancos que abundan en la baja Andalucía. Pero es que Almería es la menos andaluza de las provincias del Sur. Aquí no aparece la profusión de geranios de un rojo reventón plantados en botes de aceitunas que alegran la vista con su modesta y limpia decoración bordeada en tonos de azulete.
Aquí, la abundancia de mármol, principal fuente de riqueza de la zona, inunda plazas, calles, paseos y casas. El efecto de la blancura de la piedra empleada en demasía, hace que el pueblo se asemeje a un mausoleo frío especialmente en invierno. Las aceras son de mármol, las plazas de mármol, las balaustradas de mármol, los bancos de mármol, la réplica del Patio de los Leones de la Alhambra…de mármol, el mayor mortero culinario del mundo también. Mármol por todas partes. Uno mira con avidez a su alrededor buscando algo que no sea de mármol…y no lo encuentra.
Las casas se agarran, en forma desesperada, a la vertiente de la montaña y llegan hasta la cumbre, detenidas por las canteras que pueblan la vertiente opuesta. Las calles son un Dédalo estrecho que serpentea, retorciéndose entre rampas y escaleras que hacen difícil la circulación para los coches y penosa para las personas. Por la parte inferior, el pueblo linda con el cauce del Río Laroya donde nace la “Fuente Maestra” considerada desde siempre como la más caudalosa del lugar. En los años 80, tuvo lugar la última gran avenida de las aguas que, desde las estribaciones de la Sierra de los Filabres llegaron hasta el pueblo. El puente sobre el río hizo tapón hasta que el ímpetu de la crecida lo hizo saltar en un estallido de espumas y restos vegetales de todas clases inundando las casas más bajas.
Más arriba, justo donde siempre estuvo la fuente, el agua encontró una salida subterránea y se precipitó por ella, desapareciendo para siempre rumbo a un destino desconocido, quizás el mar.
Ahora, lo que antaño fuera riachuelo de diferente envergadura según la estación, se ha convertido en ocasional paseo de excursionistas, encajonado entre acúmulos de mármol verde de formas fantasmagóricas y paredes ciclópeas de masas inservibles, apiladas por las grandes máquinas para detener el avance irremisible y depredador de las escombreras.
Abandonados han quedado el molino y la fábrica de mármol que movían sus artes con la fuerza de las aguas. De aquello solo quedan un par de edificios ruinosos que alimentan los recuerdos de los paseantes cuando, de chiquillos, venían a recoger naranjas jugosas y dulces regadas con los escurrimbres de las represas. “Allá, ¿ves aquellos naranjos medio secos?, estaba el huerto”…”de aquel bujero del río se sacaba la arena fina y abrasiva para engrasar los artes”…os contarán los naturales del pueblo, compañeros de paseo.
Las gentes de Macael son acogedoras y cálidas y a la menor ocasión os convidarán a probar esos excelentes embutidos que el frío de la sierra amojama confiriéndoles un sabor que no puede encontrarse en ningún otro sitio. El vinillo “del país”, áspero y un poco agrio, que muchos elaboran de sus propias viñas, le hacen excelente compañía. Las gruesas lonchas de tocino blanco como la nata y la morcilla de arroz o cebolla, oscura y densa, son inigualables; por no hablar del oloroso “blanquillo” y el chorizo ligeramente picante que, usado como postre, deja en la boca un sabor que puede durar varios días. En Laroya al chorizo le añaden además pimientos secos rojos cocidos y el bouquet es único.
La cocina es sencilla como resulta habitual entre gentes de vida ruda que han sobrevivido arrancando a la áspera tierra serrana magras cosechas a base de silencio y tenaz esfuerzo, aguantando nevazos de metro en invierno y secarrales insufribles en verano, hurgando en las entrañas del terruño para arrancar de su corazón las masas que la montaña no se deja arrebatar si no a regañadientes. Las migas de harina, cocinadas con aceite virgen de oliva y mucho brazo, son blancas y esponjosas, excelentes para acompañar con boquerones rebozados y crujientes; y para el crudo invierno se preparan, en los meses de bonanza, las orzas de queso, lomo, o costillas en adobo que basta calentar para convertirlas en un manjar exquisito.
Por estas y otras muchas cosas que ahora se me hace largo relatar, venir a Macael y a Laroya es siempre necesario y confortable.
María Luisa Arnaiz que vive en Murcia recuerda que cuando venía a Laroya y a Macael en su niñez, (su madre era de Laroya), la frase que se le grabó fue “Come, niña, toma un bocado”. Y se sentaba a comer sentada en el suelo alrededor de una sartén sobre unas trébedes con multitud de fuentecillas en torno a ella y de despedir a los niños en la “sobremesa” cuando el vino soltaba la lengua de los mayores. Son dos recuerdos imborrables para mí -dice María Luisa Arnaiz.



Juan Sánchez-AGOSTO-2.014

COBDAR: "Filomena"

OLULA DEL RÍO
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Cobdar:
“FILOMENA”

• Tenía el espíritu de las mujeres renacentistas. Llegó a ser partera de más de treinta pueblos cuando tuvo que emigrar al “Valle de Arán” con su marido, Domingo Martínez, un combatiente en la Guerra. Al volver, se dedicó a rehabilitar las casas ruinosas de Cobdar para dedicarlas al turismo rural.


LA VOZ DE ALMERÍA
Manuel León
15 de agosto de 2.015


En una pequeña casa de Cobdar, abrazada por los Filabres, habita el espíritu de una mujer renacentista del Siglo XXI. Esta émula de Leonardo, Filomena Sánchez Almansa, que dejó este mundo con más de 87 años en el costillar. Tenía aún el brillo en los ojos de los empresarios y se dedicaba a rehabilitar casas ruinosas del pueblo para el turismo rural. Más de veinte arregló y las vendía a cambio de una comisión. Gracias a su labor; este pueblo que se moría de viejo ha cogido aire.
Además de la actividad inmobiliaria, Filomena -Filo para sus vecinos- se dedicaba también a la elaboración artesanal de turrón de almendras, el más genuino, aseguran, de toda la Comarca del Mármol.
Antes, esta emprendedora rural también fue partera con 30 pueblos a su cargo en el Valle de Arán, cuando emigró con su marido después de la Guerra. Trabajó también de guardesa, de camarera de hoteles en Francia y en el Parque de Atracciones de Barcelona.
Pero lo que más tiempo le ocupó en los últimos años de vida fue su labor como escritora de cuentos de las costumbres populares de sus antepasados con títulos como “El poder de las pulgas” donde relata la historia de dos canónigos que se refugiaron en una cueva de Cobdar durante la Guerra Civil y las pulgas les comieron las orejas. “El chiquillo de los huevos rotos” o “El burro cagaduros”.
“Descubrí el don de la escritura ya de vieja, cuento las cosas de las que me acuerdo de mi infancia, la mitad son reales y las otras me las invento. Escribo sobre todo cuando estoy rabiosa, siempre a mano, y el farmacéutico don Paco me lo pasa a máquina”, explica con voz temblorosa.
RECUAS DE PESCADO
Filomena nació en 1.921 en una familia de molineros maquileros. De Cobdar a Albanchez había once molinos en esos tiempos del charlestón. Se molía entonces el grano de trigo con la fuerza del agua del río en el cárcavo y se pagaba con harina. También venían los arrieros de Albanchez que traían los cestos de sardinillas y jurel en recuas de burras. No había hielo y si el pescado se ponía feo se lavaba en el río.
“Cuando yo era una niña, en Cobdar vivían más de mil vecinos -ahora sólo hay 200- en el monte veíamos cabras montesas, jabalíes, zorros y buhos. Había una vega de naranjos y la montaña estaba llena de olivos y almendros. En el río cogíamos ranas y tortugas”, recuerda Filomena. Contaba esta emprendedora almeriense que “durante la Guerra, como en tantos otros lugares, hubo algo de “jaleillo”, lo peor es que cuando cogían algún pueblo los rojos se tenían que volver todos rojos y luego venían los fascistas y había que ser fascista. Yo tenía catorce años cuando empezó la Guerra”
Los ricos del pueblo, entonces, eran “las filomenas” (nada que ver con la protagonista) y su padre que era el cacique y el dueño del Casino.
Filomena estuvo sirviendo de moza en la casa del médico de Cantoria, Juan López.
Se puso en relaciones con Domingo, su futuro marido, y cuando acabó la guerra se casaron. Él, de la quinta del biberón, estuvo combatiendo al lado de Negrín en el frente de Aragón, pasó a Francia y volvió con un salvoconducto y con mucho miedo en el cuerpo. El empresario local y alcalde, Pepe Basiliso, intentó recuperar la actividad de las canteras, pero los bancos no le daban crédito y Cobdar se despobló.
Filomena y Domingo permanecieron 30 años en el “Valle de Arán”. Ella, como camarera y él en una central eléctrica y de guarda de un polvorín. Tuvieron cinco hijos.
“Nosotros quisimos siempre volver a nuestro pueblo querido, pero esto era un desastre, las calles estaban llenas de piedra y aquí no había quien viviera, pero empezamos a arreglar las casas y la cosa cambió, ahora los fines de semana esto se anima”, expresaba la octogenaria empresaria. En su pequeña casa, al pie de los Filabres, Filo seguía hasta no hace mucho tiempo elaborando turrones y cuentos con la ilusión de una colegiala.
Juan Sánchez-AGOSTO-2.015



"SECRECIONES HUMANAS QUE CURAN"

OLULA DEL RÍO
Comarca

OLULA del RÍO:
“SECRECIONES HUMANAS QUE CURAN”

• Datos del folklore médico almeriense recopilados a lo largo de cuarenta años por el Médico de Olula del Río José Antonio García Ramos.


Afirma José Antonio que según la tradición almeriense en la medicina popular que ciertos productos o secreciones del hombre son curativos: la saliva, la sangre, la leche, la orina, el sudor…según Checa –Molina (1.997).
Se describen las prácticas sobre la curación de las verrugas en Albox. Un paciente afecto de unas verrugas en las rodillas y en las manos acude a la curandera que con una simple inspección asegura que son verrugas. El diagnóstico es positivo: el curandero procede durante un cuarto de hora aproximadamente a efectuar masajes con los dedos mojados en su propia saliva, sobre la parte afecta. Así se sanaría. No obstante asegura que son muy gordas y están muy arraigadas. Por eso difíciles de curar. Las trata con oraciones y aplicando saliva en ayunas nueve mañanas seguidas. Esta curandera, que suele curar por las tardes hace venir al enfermo nueve mañanas seguidas porque la saliva es en ayunas. Al cabo de una semana, las verrugas comienzan a secarse. Cuando están secas la misma curandera recomienda un fármaco antiverrugas. La saliva en ayunas del curandero sobre la lesión aparte su poder antiséptico tiene un poder simbólico. El mismo efecto puede tener la propia saliva del enfermo aplicada con el dedo sobre la verruga durante nueve días seguidos pero aplicada por la curandera.
Es la gracia de la curandera que la aplica, la que confiere poder al mismo, a su propia saliva. Pero esto ha de indicarlo la curandera.
Saliva en ayunas: para las llagas de la piel nueve mañanas seguidas (Albox 4.004). Cruces con saliva para manos “agarrotás” o con calambres.
La sangre como elemento de curación se emplea fundamentalmente en forma de sangre menstrual, para la picadura de escorpión y para las verrugas. También forma parte de ciertos bebedizos amorosos. La sangre menstrual de connotación contaminante, sería un tóxico para neutralizar a otro tóxico: el veneno del alacrán. (Checa; Francisco; Molina; Pedro: La función simbólica de los ritos. Rituales y simbolismo en el Mediterráneo. Barcelona, 1.997).
Un “dedalito” de leche de mujer lactante es “cosa santa” para el dolor de oídos de los niños (Laroya).
Para igual fin, la leche de cabra (Albox) y la leche de perra (Líjar).
Para la mujer que quiere que se le retire la leche ha de ordeñarse en un vasillo y tirar la leche al sol, tres veces al día y tres días seguidos (Tahal)
La orina se usa como antiséptico para las heridas de los humanos y de las caballerías (Olula del Río). Aplicada sobre las verrugas las cura. La orina se emplea en la medicina popular de Vasconia, para las afecciones de la piel en general y para las heridas en particular. En la Segunda Guerra Mundial se recomendaba a los soldados, polvos de urea o soluciones concentradas de la misma, para curar las heridas.
El sudor: cuando una mujer casada sufre de urticaria aguda debe ponerse vestida completamente con la ropa “sudá” de su marido (se afirma que si es de otro hombre no tendría efecto). Estamos por tanto, ante otro testimonio de transferencia o “trasplantío morbis” de un mal, al compañero sexual.
A quién le de “el aire” o el olor porque alguien ponga delante alguna prenda con menstruo de mujer o productos de placenta (“las parias”), así como uñas, puede traerle malas consecuencias. A quién esto huela, puede sobrevenirle o bien enfermedades o “una mala muerte”.



Juan Sánchez-AGOSTO-2.015