OLULA DEL RÍO
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BACARES: “EL TÍO PERDÍO”

• Proyecto Sierra de Baza.
• Por Jesús M. Contreras.

Hoy conseguimos recuperar de boca de nuestros genuinos serranos, leyendas vivas que aún son portadoras leales y veraces de la historia de nuestras montañas, el relato de una historia, tal vez real o tal vez fantasía, tal vez parte de ambas…que según quien fuese el que la contara, tanta más invención se le añadía a dicha historia…bien para causar impresión entre las mozas casaderas, o bien a los niños siempre expectantes…o con el fin de generar inquietud en los más jóvenes muchachos y audaces labriegos de la época de aquel entonces…pero el hecho es que esta forma fantasiosa, ingenua y desenfadada de contar relatos y leyendas… “es y ha sido” algo tan típico como genuino y tradicional en nuestras aldeas de las montañas, las cuales y en nuestros Filabres se encuentran actualmente desaparecidas, excepto el pueblo histórico de Bacares, que se cita en esta historia…y cuya abundancia de agua como el hecho de encontrarse en cotas más bajas a las de las zonas referidas, así como gozar de climatología mas favorable por estar ubicado en una hondonada, le han permitido a este pueblo mantenerse vivo durante el inexorable paso del tiempo hasta nuestros días…leal a su historia y fiel a su cultura.
La cuento y os la trascribo intentando jugar con el lenguaje escrito, a fin de poder ser lo más fiel posible a la forma de relatar y hablar de nuestras gentes sureñas, a caballo entre el Norte de África y el Sur de la Meseta Manchega.
LA HISTORIA DEL TÍO “PERDÍO”
Me relataba así mi anciano padre, cuando le pedí por enésima vez que me contara la historia que sigue:
-Pues nada, si quieres que te la cuente yo te la vuelvo a conta…pero es la misma que te he contao cientos de veces desde que eras niño.
Pueees… …pueees que cuentan que un tío…al que le pusieron allí el nombre del tío “perdío”…yo no me acuerdo del nombre, la verdá es que el nombre nadie lo decía…pero a mí me lo contaban mi padre…y José Romano…y lo contaba to el mundo en los Carrascos y en el pueblo de Bacares, y yo creo que también en Serón y en Las Menas…es una leyenda de allí, de la Sierra…
…que un día entró el tío en la Cueva Larga, muy famosa allí en la Sierra de los Filabres, y que está la cueva en el Calar de los Sapos…y que cogió dos o tres panes de esos antiguos que había…de los que hacían antes… enormes, y que pesaban tres o cuatro quilos…
… “unos panes de esos…bárbaros…”; y con un carburo, con una lata con mucho carburo…pues se metió en la Cueva Larga…y dicen que estuvo…pues me parece que fueron ocho o nueve días…
…total, que dicen que a los ocho o nueve días, después de cruzar bajo tierra el Calar de los Sapos, vino a salir éste por la “Fuente de los Sapos”, que está al otro lao de por donde él entró; él entró por la cara Sur aproximadamente y salió por la cara Norte, por la barriada de Los Sapos…
…y entonces contaba él que había podido salir porque había oído cantar a los gallos de la Barriá…que había oído cantar los gallos, y que gracias a eso…porque dice que se había pasao “nosecuantas” noches, que había pasao por sitios que había barrancos, que había esqueletos, -vio muchísimos esqueletos-, y dice que llegó a “sitios”…y que uno de los sitios que más le llamó la atención fue el que llegó a uno en que había un “cortao” en que abajo se oía un río subterráneo, se oía correr un río, y entonces había allí una pasarela que cruzaba el “cortao” ese…y enfrente de la pasarela había una puerta de hierro con un manojo de llaves que estaban puestas…
Pero yo no sé si serían cosas que se las inventaban los serranos, o si se lo inventó el mismo tío “perdío”…
…total que el que nos lo contaba dice…”que él no se atrevió a pasar”, y entonces siguió otra vez explorando la cueva, y dice que encontró “una gran cantidad de cosas”…pues yo ya no me acuerdo lo que dicen que encontró, porque según quien te lo contaba te decía unas cosas u otras, y a cada cual lo contaba que le echaba más fantasía…
…hasta que al final, ya te digo…que salió a los siete, ocho o nueve días… salió por la Barriá de los Sapos, porque oyó cantar a los gallos…
…pero salió despellejao, “hecho medio un cadáver”, entero desgarrao y con la ropa “hecha peazos”…
…y ésa es la historia que cuentan del tío “perdio”…no es otra, ni más ni menos que la que te cuento.


Juan Sánchez-ABRIL-2.01