martes, 26 de agosto de 2014

"Convivencia de Moriscos y Cristianos Siglo XVI"

  1.                                   OLULA  EN EL SIGLO XVI
    Foto: O L U L A   EN   EL   SIGLLO   XVI

“De  la  convivencia  entre  cristianos  viejos  y  moriscos”


          La historia del señorío de Olula del Río es una historia de convivencia y comprensión, a la vez que un crisol de culturas a lo largo de los siglos, pero especialmente durante los años que precedieron a la rebelión de los moriscos acaecida en el año 1.568.

          La convivencia entre cristianos viejos y moriscos llegó a ser perfecta, debido sobre todo al hecho de que ambas etnias se dedicaban al cultivo de la tierra, en minifundios (pequeñas propiedades) de regadío, siendo muy escasos los propietarios de latifundios de secano. Mientras en el resto de la Península el entendimiento entre cristianos viejos y moriscos se hacía difícil debido a las diferencias de raza, de lengua y de religión. En el señorío de Olula del Río el entendimiento entre las dos razas fue perfecto. Las causas de esta armonía debemos buscarlas en varios factores:

-De un lado tenemos que los moriscos conservaban una serie de tradiciones de sus mayores, que llevaban a cabo sin ser interferidos por los cristianos viejos.

-El número de moriscos era muy superior al de cristianos viejos (280 frente a 36 ).

-Ambas etnias vivían del cultivo del campo.

-Tanto cristianos viejos, como moriscos, pertenecían a la clase campesina.

-Ambos pueblos ejercían una serie de ritos de forma mecánica, sin poder convencerse mutuamente de la bondad de sus prácticas religiosas.

-Unos y otros hablaban en su mayoría la misma lengua (mezcla de árabe y castellano antiguo). Mozárabe.

-El nivel intelectual y el de conocimientos prácticos era muy similares.

          Vistos estos factores, podemos deducir, de que en Olula del Río no se dio el hecho que era común en el resto de España: el moro producía y trabajaba, y el cristiano vivía de las rentas del morisco. Las personas de noble cuna, con aspiraciones elevadas, no podía entenderse jamás con una chusma de distinta etnia, religión, escasa economía, labriegos y artesanos que alardeaban de la grandeza que no tenían y cuyo objetivo era conspirar contra la seguridad y contra el estado.

          El señorío de Olula fue comprado por Miguel Serrano, un noble atípico, a quien más bien podemos encuadrar en la categoría de señor acomodado y aburguesado, que buscaba el bienestar de sus moriscos, puesto que le rentaban beneficios. En las relaciones moriscos-cristianos en Olula del Río hay que destacar la acción pacificadora de Miguel Serrano. Llegado el momento de la sublevación de los moriscos, en Olula del Río nos encontramos la paradoja de que nuestros moriscos se resisten a sublevarse contra los cristianos (no así en el resto del territorio). Esto se explica por la larga y pacifica armonía con los cristianos, porque compartían las mismas tradiciones, por el respeto mutuo, por usar los mismos métodos de producción, etc. No todos los moriscos de Olula se dedicaban a la producción agrícola. Un grupo de ellos se dedicaba a oficios de trajinería
porque eran trabajos que ellos siempre ejercían, tales como la molinería y siendo Olula un centro productor importante en la crianza  de seda, es natural que parte de ellos se dedicasen a su transporte y mercadería. Los cristianos del lugar no se sentían agraviados pues la trajinería era parte de la cultura árabe.

          La única diferencia que vamos a encontrar es la actitud ante el gobierno. Los cristianos son considerados de sangre limpia y ciudadanos de primera. Los moriscos pertenecen a un grupo social sospechoso de sedición contra el Estado.

          De todo esto no queremos deducir que no hubiese ningún tipo de enfrentamiento entre moriscos y cristianos  en el señorío de Olula pero estos fueron tan nimios, de tan escasa importancia que no trascendían mas allá de una mera riña entre vecinos. Podemos asegurar que el número de conflictos de diferente grupo racial era muy similar al número de conflictos entre individuos del mismo grupo.

          Así pues, en Olula del Río, en los años anteriores a la fecha de 1.568 encontramos un ejemplo de convivencia pacifica que debería ser un ejemplo a  seguir.


Con la autorización de A. Requena Lucas.



P.D.       - 368 años después (guerra civil española), Olula vuelve a demostrar su carácter tolerante. Hay sus más y sus menos pero en este pueblo la contienda no dejó sangre ni de uno ni de otro lado. Así lo escuché en una conferencia de la UAL y también lo han ratificado los dos catedráticos que el año pasado, 2.012, escribieron un libro sobre Olula en la Guerra.


  2. “De la convivencia entre cristianos viejos y moriscos”


    La historia del señorío de Olula del Río es una historia de convivencia y comprensión, a la vez que un crisol de culturas a lo largo de los siglos, pero especialmente durante los años que precedieron a la rebelión de los moriscos acaecida en el año 1.568.

    La convivencia entre cristianos viejos y moriscos llegó a ser perfecta, debido sobre todo al hecho de que ambas etnias se dedicaban al cultivo de la tierra, en minifundios (pequeñas propiedades) de regadío, siendo muy escasos los propietarios de latifundios de secano. Mientras en el resto de la Península el entendimiento entre cristianos viejos y moriscos se hacía difícil debido a las diferencias de raza, de lengua y de religión. En el señorío de Olula del Río el entendimiento entre las dos razas fue perfecto. Las causas de esta armonía debemos buscarlas en varios factores:

    -De un lado tenemos que los moriscos conservaban una serie de tradiciones de sus mayores, que llevaban a cabo sin ser interferidos por los cristianos viejos.

    -El número de moriscos era muy superior al de cristianos viejos (280 frente a 36 ).

    -Ambas etnias vivían del cultivo del campo.

    -Tanto cristianos viejos, como moriscos, pertenecían a la clase campesina.

    -Ambos pueblos ejercían una serie de ritos de forma mecánica, sin poder convencerse mutuamente de la bondad de sus prácticas religiosas.

    -Unos y otros hablaban en su mayoría la misma lengua (mezcla de árabe y castellano antiguo). Mozárabe.

    -El nivel intelectual y el de conocimientos prácticos era muy similares.

    Vistos estos factores, podemos deducir, de que en Olula del Río no se dio el hecho que era común en el resto de España: el moro producía y trabajaba, y el cristiano vivía de las rentas del morisco. Las personas de noble cuna, con aspiraciones elevadas, no podía entenderse jamás con una chusma de distinta etnia, religión, escasa economía, labriegos y artesanos que alardeaban de la grandeza que no tenían y cuyo objetivo era conspirar contra la seguridad y contra el estado.

    El señorío de Olula fue comprado por Miguel Serrano, un noble atípico, a quien más bien podemos encuadrar en la categoría de señor acomodado y aburguesado, que buscaba el bienestar de sus moriscos, puesto que le rentaban beneficios. En las relaciones moriscos-cristianos en Olula del Río hay que destacar la acción pacificadora de Miguel Serrano. Llegado el momento de la sublevación de los moriscos, en Olula del Río nos encontramos la paradoja de que nuestros moriscos se resisten a sublevarse contra los cristianos (no así en el resto del territorio). Esto se explica por la larga y pacifica armonía con los cristianos, porque compartían las mismas tradiciones, por el respeto mutuo, por usar los mismos métodos de producción, etc. No todos los moriscos de Olula se dedicaban a la producción agrícola. Un grupo de ellos se dedicaba a oficios de trajinería
    porque eran trabajos que ellos siempre ejercían, tales como la molinería y siendo Olula un centro productor importante en la crianza de seda, es natural que parte de ellos se dedicasen a su transporte y mercadería. Los cristianos del lugar no se sentían agraviados pues la trajinería era parte de la cultura árabe.

    La única diferencia que vamos a encontrar es la actitud ante el gobierno. Los cristianos son considerados de sangre limpia y ciudadanos de primera. Los moriscos pertenecen a un grupo social sospechoso de sedición contra el Estado.

    De todo esto no queremos deducir que no hubiese ningún tipo de enfrentamiento entre moriscos y cristianos en el señorío de Olula pero estos fueron tan nimios, de tan escasa importancia que no trascendían mas allá de una mera riña entre vecinos. Podemos asegurar que el número de conflictos de diferente grupo racial era muy similar al número de conflictos entre individuos del mismo grupo.

    Así pues, en Olula del Río, en los años anteriores a la fecha de 1.568 encontramos un ejemplo de convivencia pacifica que debería ser un ejemplo a seguir.


    Con la autorización de A. Requena Lucas.



    P.D. - 368 años después (guerra civil española), Olula vuelve a demostrar su carácter tolerante. Hay sus más y sus menos pero en este pueblo la contienda no dejó sangre ni de uno ni de otro lado. Así lo escuché en una conferencia de la UAL y también lo han ratificado los dos catedráticos que el año pasado, 2.012, escribieron un libro sobre Olula en la Guerra.

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